Un médico de la peste negra era un especialista que trataba a aquellos que padecían de la peste bubónica.
Eran específicamente votados por pueblos que tenían muchas víctimas de la peste en tiempos de epidemia. Debido a que la ciudad era la que pagaba su salario, ellos cuidaban de todos los ciudadanos, tanto a ricos como a pobres, sin importar de que ciudad eran.
Estos médicos no eran profesionales con instrucción tradicional como otros médicos o cirujanos experimentados, y en muchos casos eran doctores de segunda categoría que no habían podido establecerse exitosamente en la profesión o médicos jóvenes que estaban tratando de hacerse camino.
Los doctores de la peste trataban a los pacientes según su acuerdo y eran conocidos como médicos municipales o comunitarios "de la peste negra", mientras que los "médicos generales" eran doctores separados y podían estar en la misma ciudad o pueblo europeo al mismo tiempo. En Francia y los Países Bajos los médicos de la peste negra muchas veces no tenían ningún entrenamiento formal como médicos y eran conocidos como "empíricos". En un caso, uno de estos doctores había sido vendedor de frutas antes de dedicarse a la medicina.1
En los siglos XVII y XVIII, algunos doctores utilizaban máscaras que parecían picos de aves llenas de artículos aromáticos. Las máscaras eran diseñadas para protegerlos del aire podrido, el cual (según la teoría miasmática de la enfermedad) era visto como la causa de la infección.
La nariz era de unos quince centímetros de longitud, con la forma de un pico, rellena de perfume con sólo dos agujeros, uno en cada lado, próximos a los orificios nasales, pero que bastaban para respirar, cargando con el aire que uno inhalaba, la impresión de las drogas contenidas en el extremo del pico. Bajo el abrigo vestimos botas hechas de cuero marroquí (cuero de cabra), pantalones de piel fina que están amarrados desde el frente a dichas botas y una blusa de piel fina y manga corta, cuyo extremo inferior se introduce en los pantalones. El sombrero y los guantes también están hechos de la misma piel... con lentes sobre los ojos.
Algunos médicos de la peste utilizaban un atuendo especial, conocido como Il dottore della Peste (El doctor de la peste), aunque fuentes gráficas muestran que los médicos de la peste utilizaban una variedad de vestimentas. Esta vestimenta en particular fue inventada por Charles de L’Orme en 1630; fueron utilizados por primera vez en París, pero luego su utilización se extendió por el resto de Europa. El traje de protección consistía de una túnica de tela gruesa encerada, una máscara con agujeros con lentes de vidrio y una nariz cónica con forma de pico, que era rellenada con sustancias aromáticas y paja.
Algunas de las sustancias aromáticas incluían ámbar gris, hojas de menta, estoraque, mirra, láudano, pétalos de rosa, alcanfor y clavo de olor.1 Esto se pensaba servía de protección para el médico del mal aire miasmático.9 La paja servía como filtro para el "mal aire". Se utilizaba un bastón de madera para ayudar con el examen de los pacientes sin tener que tocarlos, además de ser utilizado como herramienta para el arrepentimiento de pecados; muchos creían que la peste era un castigo de Dios y pedían ser golpeados como parte de su arrepentimiento.